El precio del oro se hundió el viernes, perdiendo casi un 2% semanal en dólares estadounidenses y alcanzando mínimos de un mes frente a las principales divisas, a pesar de la repentina y sorprendente debilidad de las cifras de empleo, salarios y sector servicios en EE.UU., que provocaron una fuerte caída de los costes de financiación y de los tipos de interés reales.